Con la débil Telefónica enfrascada en su particular lucha por mantenerse sobre los soportes, sin encontrar fuerzas para atacar resistencias, parece evidente que será el Santander el que deba echarse la bolsa española a la espalda. Contará sin duda con fieles escuderos en esta tarea, Inditex y BBVA parecen dispuestos a flanquearle y apoyarle en lo que sea menester.
Hoy nuestro Ibex 35 ha quedado a tiro de piedra de lo que fueran los máximos de septiembre, en la zona de los 8.230 puntos. Lo ha hecho además dibujando una esperanzadora vela alcista que ha disipado todas las dudas que la reciente y tímida ruptura del canal lateral-bajista que guiaba la onda correctiva pudiera generar.
Falta, pues, el último empujón que nos haga ingresar en el club de los mercados que dibujan un segundo impulso al alza tras el movimiento alcista iniciado en verano. En definitiva, tenemos muy cerca la posibilidad de dar comienzo al rally de fin de año en este rincón del mercado que es la bolsa española. Todos los signos son positivos: los americanos parecen animarse también, abundan en nuestra bolsa las rupturas alcistas de resistencias de medio plazo,…
Pero de poco valdrá todo esto si el Santander no es capaz de superar las resistencias que irá encontrando en su camino en el muy corto plazo. Bastará que el timón del Ibex dude para que toda la bolsa española se inquiete. La primera batalla quizá se produzca mañana mismo y no es otra que la superación en cierres de los 6,03 euros. Más arriba esperan los 6,20 y los 6,33 euros. El marubozu alcista dejado hoy, modesto por tener sólo un rango de diez céntimos pero perfecto en su dibujo, es otro síntoma esperanzador.
Será porque se aproxima la Navidad o simplemente porque es el sentimiento que se desprende de los gráficos, pero me temo que hemos empleado unas cuantas veces el término «esperanza» en este análisis. No lo busquen en ningún manual de análisis técnico, no lo encontrarán, no existe pauta alguna con ese nombre. Y, sin embargo, creo que habrán entendido perfectamente lo que queremos transmitir.
Seguiremos los acontecimientos.
