Ha vuelto a atacar el Santander esta semana esa directriz bajista que marcamos en color naranja en la gráfica adjunta, nacida con los máximos de enero de 2010. No es la bajista primaria (ese honor corresponde a la línea roja), pero sí es la resistencia dinámica que estos últimos años ha tenido más oportunidades de frenar los sucesivos intentos de reconstitución alcista protagonizados por el valor.
Y se ha notado estos días ese enfrentamiento entre el precio y la resistencia. De hecho, la vela semanal resultante ha sido una de las que menos rango de precio (diferencia entre los mínimos y los máximos) ha tenido en toda la historia bursátil del Santander. Se respeta la bajista, pero los alcistas mantienen el tipo y logran no alejarse de sus inmediaciones.
Nos interesa especialmente esa pauta que resaltamos en la gráfica: si se rompiera al alza esa línea negra que se marca en próximas semanas, ¿no habríamos confirmado una clara pauta de vuelta alcista en forma de hombro-cabeza-hombro invertido? ¿Sería esa formación, caso de confirmarse, la señal definitiva de que lo peor ha pasado ya en el valor director de la bolsa española? ¿Habría motivos para descorchar el champán, tirar un par de docenas de cohetes y llamar a los músicos?
La formación cumple en su dibujo con los cánones chartistas. Sólo faltaría ver su confirmación. Desde luego, se trata de un detalle esperanzador, que además se produciría tras el apoyo veraniego en la zona de soporte cercana a los 4 euros. Estaríamos ante un gran suelo de mercado que, con la confirmación de la pauta alcista que comentamos, daría paso a una vuelta a la senda alcista en el medio plazo.
No pierdan de vista esa formación en ciernes, nosotros no lo vamos a hacer.