Cuando preparaba hace un rato el análisis del PSI 20, índice de referencia de la bolsa portuguesa, me vino a la cabeza una idea evidente en los gráficos: ¡cuánto se parecen series en principio no tan relacionadas como son el índice luso y nuestro Banco de Santander! Se diría que el cuadro ha salido del mismo pincel. Por supuesto, habrá razones para ello, que seguramente tengan que ver con la ponderación que el sector bancario tiene en la bolsa del país vecino. Pero eso no quita que un resultado tan similar en la serie de precios sea cuando menos curioso.
Centrándonos ya en el valor director de la bolsa española, debemos dejar constancia hoy de cómo esa banda de resistencia que se marca en amarillo en la gráfica adjunta no va a ser un hueso fácil de roer para los alcistas, en su camino hacia los objetivos teóricos que nos da la pauta de doble suelo dibujada este verano. La zona de los 6,60 euros (final de la línea punteada) es la proyección gráfica de esa pauta, zona de precio que viene a coincidir prácticamente con la parte alta de esa banda de resistencia.
Precisamente en la superación clara de esa barrera situamos por aquí la frontera entre considerar todo lo visto desde finales de julio como un mero (aunque rentable) rebote, o bien ser el principio de un cambio en la tendencia de medio plazo. Hace más de un año que esa zona de resistencia se empeña en frenar a los precios. Habrá que estar muy atentos al desenlace final.