Cuando hablamos de chicharros, nos estamos refiriendo a valores de pequeña capitalización y escasa liquidez, es decir, empresas cotizadas de pequeño tamaño cuyo volumen medio de negociación no es, desde luego, para tirar cohetes. Esta característica, la de su escasa contratación, es precisamente la que hace especialmente peligrosos a los chicharros. Cualquier movimiento de dinero, ya sea entrando o saliendo del título, que en un valor más grande sería meramente anecdótico puede causar en un chicharro efectos devastadores.
Nuestros lectores ya saben que no somos muy amigos de malgastar el tiempo en estas lides. Consideramos que el mercado global, no sólo el que queda más abajo de los Pirineos, está lleno de oportunidades de inversión en blue chips y que, puestos a jugarnos el dinero en el siempre esquivo parqué, mejor hacerlo en títulos en los que tenga que ser el dinero con mayúsculas (el que realmente mueve los mercados) el que nos quite o nos dé la razón.
Aun así, entendemos que los chicharros tienen su público e incluso aceptamos, quizá por la moderación que va imprimiendo el carácter con los años, que pueden dar una nota de color a una cartera de inversión. Una cesta de valores repleta de acciones de Telefónica, Santander, Total, Intel, … puede ganar cierto encanto si se dedica una ínfima parte a convertirse en accionista de, por ejemplo, Bodegas Riojanas.
Dando todo lo dicho por sentado, lanzamos un par de propuestas chicharreras. La primera, Cementos Portland, encierra el atractivo añadido que la búsqueda de suelos tiene en esto de la especulación bursátil. Bajista en todos los plazos, puede sin embargo entenderse que lo ocurrido por debajo de la línea naranja que marcamos en el gráfico adjunto constituye un tímido hombro-cabeza-hombro invertido confirmado, con proyecciones teóricas para el precio por encima de los 18 euros. Si el valor perdiera los 13,80 euros, aceptamos el error y vendemos. No anda el título para darle mucho más margen.
La segunda propuesta es Miquel y Costas, empresa dedicada básicamente a la fabricación de papel de fumar. Desconozco cómo anda el sector, aunque tengo entendido que en tierras jamaicanas constituye una industria muy apreciada. En cualquier caso, el valor no se viene comportando mal desde finales de 2008, lo que es un dato nada despreciable. Eso sí, aquí mejor acostumbrarse a sesiones alocadas en las que podamos ver recorridos de un euro o más. La pérdida en cierres de los 16 ó de los 15 euros, según el gusto, son los stops de protección que proponemos para cualquier estrategia compradora.
Pues nada, a chicharrear, pero con cabeza.
Hola Antonio:
¿Qué tal todo? Espero que bien.
Esos gráficos tienen buen aspecto aunque sean chicharros, sobre todo el segundo. Respecto al sector del papel de fumar, y no es broma, está pasando por un gran auge ya que mucha gente fumadora se ha pasado al tabaco de liar debido a la gran diferencia de precios. La gran mayoria de empresas y marcas tabaqueras están ya vendiendo tabaco de liar.
Un saludo.
Cierto, Dani. Y también lo es que no hace mucho las marcas de tabaco de liar, ante el aumento de consumo, casi doblaron sus precios. Un saludo.