Seis imágenes valen más que mil palabras

Podríamos  arrojar ríos de tinta sobre este papel virtual en el que escribimos cada día en un intento de hacer ver al lector cómo las bolsas mundiales se encuentran en estos últimos dos años en una de las situaciones más atípicas que se hayan visto jamás. Podríamos hacerlo, desde luego, incidiendo en lo extraña que resulta históricamente esta discordancia entre unos mercados alcistas sin matices y otros a los que aún les faltan algunos logros para poder volver a ser catalogados como alcistas.

Podríamos recurrir a cifras, porcentajes e incluso datos puramente económicos para que el lector se convenciera, más allá de toda duda razonable, de la evidencia que las gráficas presentan y que no es otra que, por primera vez quizá en la historia bursátil, existen dos grupos bien diferenciados en los mercados bursátiles mundiales.

Podríamos incidir en que, mientras el Dax alemán y los índices directores de Wall Street tienen a tiro de piedra lo que fueran los máximos de 2007, aquéllos en los que se inició esta última gran crisis sufrida por el sistema capitalista (el Nasdaq ya los ha dejado atrás);   un nutrido grupo de bolsas europeas presentan series de largo plazo llenas de dudas, de suerte que índices como el Eurostoxx 50, el Cac francés y nuestro sufrido Ibex 35 se encuentran ahora mismo en los niveles de precio de octubre de 2008, cuando más arreciaban las caídas en aquella locura bajista que fue aquel año.

Podríamos recordarle al lector que estas apreciaciones tienen su reflejo en la operativa, haciendo especialmente recomendable la inversión en títulos que coticen en los mercados alcistas, debiendo ser, en cambio, especialmente selectivo y cuidadoso con las compras en el lado oscuro del mercado.

Podríamos …, pero preferimos dejar al lector con la contemplación de los gráficos adjuntos. Si una imagen vale más que mil palabras, ni que decir tiene lo que puede conseguirse con seis.