Campofrío es un chicharro, dicho sea con todos los respetos, más que nada por la media de contratación diaria que el título presenta, demasiado estrecha para nuestro gusto, aunque estamos seguros de que sus fundamentales serán bastante más sólidos que los de otras cotizadas con mayor promedio de volumen dentro de nuestro Mercado Continuo. Y es que en esto de la bolsa, las modas y los gustos por determinados valores también tienen su influencia.
Pero lo que ahora nos interesa es que, técnicamente, el título habría dado una de esas señales de compra que resultan indiscutibles. La superación al alza de ese rectángulo que forman las líneas azul (base) y roja (techo) que marcamos en la gráfica adjunta es una clara señal de largos. El mercado ha necesitado cerca de dos años para encontrar motivos suficientes para romper al alza esa formación. Desconocemos, y tampoco nos importan demasiado, cuáles puedan ser las razones. Como analistas técnicos, nos movemos por los hechos consumados, no por sus motivaciones.
Y, si los operadores han decidido pasar esa frontera que cotizaba en la zona de los 7,50-7,55 euros, bien pudiéramos acompañarles en su camino. El stop inicial de protección, innegociable, cotiza en la pérdida en cierres semanales de los 7 euros. Los objetivos plausibles vienen dibujados por el techo de ese canal de líneas verdes y, ¿por qué no?, más allá.
Los amigos de darle demasiadas vueltas a las cosas, entre los que nosotros nos contamos según el día, ya estarán elucubrando con dejar correr los precios y esperar a un eventual retroceso a la resistencia superada para buscar un momento especialmente idóneo para las compras. Ya sabéis que no hay ninguna ley que obligue a realizar un pull back, y que no pocas veces el paso atrás se produce en niveles de precio muy superiores.
Si hay que chicharrear, entendiendo el verbo de marras como dedicar una pequeña parte del total de nuestra cesta de valores a títulos de esta clase, Campofrío parece estar calentito.