A veces sucede, los precios superan brevemente una zona de resistencia que se ha venido mostrando intratable y, cuando todo apunta hacia la existencia de una señal alcista en toda regla, la cotización reinicia el camino de las bajadas con contundencia.
Constituye la rotura falsa una de esas situaciones en las que se demuestra que el análisis técnico no es un método científico ni perfecto. En bolsa no existe tal cosa. Sin embargo, los chartistas más ortodoxos, empeñados en vender su producto, hicieron hace ya mucho tiempo de la necesidad virtud y poco menos que elevaron esta falla de su sistema a la categoría de pauta, con lo cual el error en el análisis, caso de producirse, no era tal, sino que constituía una nueva pauta de análisis técnico.
Somos nosotros chartistas hasta la médula, eso creo que está bastante claro, pero no hasta el punto de pretender afirmar que el análisis técnico es infalible. Las roturas falsas son eso, errores o fallos en los que el escenario probable que anuncia una pauta chartista (la propia rotura) no sólo no se produce, sino que suele darse el efecto contrario.
Por motivos que se nos escapan, estos puntuales inconvenientes del análisis técnico irritan sobremanera al público bursátil en general. Parece carecer de importancia el que algún broker o banco de inversión recomendara comprar Gamesa a 25 euros. Eso sí, bastará que la cotización supere durante unas horas una resistencia, reiniciándose posteriormente las bajadas, para que no sean pocos los que desentierren el hacha de guerra contra el chartismo.
Disquisiciones a un lado, lo que toca tratar es que el Nasdaq 100 ha dibujado una tímida y efímera rotura falsa de la resistencia que cotizaba en la superación de los 2.700 puntos. Ahora, vuelven a ser los soportes que cotizan en los alrededores de los 2.620 puntos los que tienen la palabra.
Nos habrán oído hablar siempre de roturas, superaciones y pérdidas contundentes o que se produzcan con claridad. Quizá se trate de conceptos un poco ambiguos, pero con ello lo que se pretende es precisamente evitar situaciones como esta.
El Nasdaq estuvo sólo unas horas por encima de los 2.700 y únicamente los superó en 15 puntos (hablamos del cfd sobre el índice, que es el que habitualmente seguimos). La rotura fue falsa, aunque no demasiado.