Algunos creen que la gran corrección, ésa que el imponente movimiento alcista iniciado en marzo del año pasado aún tiene pendiente, empezará con los bancos. Y seguramente no les falte razón, sobre todo si tenemos en cuenta las importantes revalorizaciones que atesora desde entonces la gran banca.
Uno de los grandes del sector en Europa, Société Générale, presentó resultados la semana pasada y la verdad es que no debieron gustar demasiado al mercado, si atendemos al hueco a la baja dejado en la apertura con apreciable volumen. Esto, además de servir para dejar una resistencia de muy corto plazo en los 51,70 euros en precios de cierre, ha dejado a la cotización a los pies de los caballos (bajistas, por supuesto) que supone el poder perder uno de estos días esa directriz azul nacida a comienzos de abril y que con tanta solvencia se ha portado durante estos últimos meses.
Ocurre aquí algo parecido a lo que antes decíamos a propósito del cambio Euro/Yen: tenemos a un precio al borde del precipicio que supone perder una directriz de medio plazo, pero en soporte al fin y al cabo, con las implicaciones positivas que ello tiene para la operativa, por lo cercano del stop y la consecuente atractiva ecuación riesgo-rentabilidad.
En cualquier caso, y aunque ver una pérdida solvente de esa directriz azul no sería una buena noticia, sólo entenderíamos producido un verdadero deterioro del aspecto técnico de medio plazo en el valor con la pérdida de esa línea verde que cotiza en la zona de los 43 euros, nivel que, por lo demás, podría ser el destino para el precio si la caballería bajista aprieta un poco más.
