Cuando un valor es capaz de pasar de puntillas sobre los mínimos que el mercado hizo en marzo del año pasado y mantener cierta firmeza ante las caídas en vertical vistas últimamente en la bolsa española, es por alguna razón. ¿Cuál pueda ser? La verdad es que, desde el punto de vista del análisis técnico, nos importan poco los motivos por los que el precio se mueve. Lo único que nos conmueve es observar y analizar de qué manera se mueve.
La particular corrección que el título vivió desde el mes de septiembre hasta finales de año, dibujada en forma de esa pauta triangular que forman las líneas roja y verde de nuestro gráfico, parecía haberse acabado e incluso todo hacía pensar que la rotura al alza de esta formación correctiva era el inicio de un nuevo tramo al alza. Pero llegó el miedo, mejor el pánico, y el índice del que el valor forma parte se cayó más de 2.000 puntos del tirón. La consecuencia parece ser el que el título haya dejado en stand by ese nuevo impulso alcista.
No vamos a dejar de vigilarlo. Entendemos que esta nueva prueba de fortaleza lo hace un valor muy recomendable para cuando el panorama se aclare un poco.
De momento, por arriba tiene una resistencia inmediata en la superación en cierres de los 40 euros, estando en los 42 euros la siguiente y la que, con su superación futura por el precio en cierres diarios, seguramente daría la señal del final de las curvas peligrosas.
Por abajo, además de esos soportes dinámicos que representan la conjunción de líneas en la que el precio se ha apoyado hoy, describiendo una especie de pull back al techo del triángulo roto al alza, tiene un soporte horizontal en el nivel de los 36,35 euros, aunque el de verdad debe situarse en el mantenimiento en cierres de los 34 euros. Sólo una futura pérdida en cierres de estos 34 euros haría que cambiáramos nuestra opinión positiva de fondo sobre el valor.
