La incapacidad para dejar atrás el canal alcista que delimitan las líneas azul inferior y la más tenue central en la gráfica diaria de la izquierda, nacido con los mínimos de mayo, no debe interpretarse, en modo alguno, como un síntoma de debilidad. Antes al contrario, y viendo la que está cayendo en la inmensa mayoría de los valores nacionales, el respeto que el precio hace de las directrices alcistas de medio y corto plazo ha de ser visto como una muestra del alcismo que el valor atesora y que, de haber encontrado un entorno que lo favoreciera, quizá habría llevado a la cotización a las proximidades de la línea azul superior del gráfico diario.
En el corto plazo (serie de la derecha), la superación en cierres de los 44,30 euros (banda amarilla) es la única resistencia que se interpone entre el precio y el techo de ese canal que cotiza por la zona de los 46,50-47 euros. Bueno, por supuesto, hay otra importante resistencia: la persistencia de la debilidad de la bolsa española.