El golpe que supone un hueco bajista como el vivido hace unos días en el valor, con ese impresionante volumen de negociación, ha dejado al título tocado, cual si de un boxeador que acaba de recibir un gancho a la mandíbula se tratase. Que acabe noqueado y besando la lona que supone perder los mínimos de la sesión que vivió esa fuga de dinero es algo que aún está por ver.
Al valor se le ve débil, el mercado no tiene muy claro si merece la pena dibujar un típico retroceso en busca de la parte alta de ese hueco bajista o, por contra, irse más allá de los mínimos que mencionamos y que cotizan en la zona de los 35,20 euros.
De momento, esa línea verde que sirve de base a una pauta triangular de consolidación sigue aguantando a la cotización. También es cierto que la idea de la formación consolidativa está bastante tocada por efecto del volumen y su comportamiento contrario a esa idea.
Ya veremos qué acaba decidiendo el mercado.
