Más parecida a una lápida bajista que a una estrella fugaz, la vela dejada hoy en gráfico diario por Telecinco no es demasiado bonita, visto desde el punto de vista de los alcistas. Los creadores del candlestick, gente expresiva y amiga de las metáforas, dieron a este tipo de vela el nombre de lápida por su similitud visual con este fúnebre elemento (imagino que en Japón los cementerios tienen un aspecto distinto al que se estila por aquí), en un intento de dejar claro el significado de esa larga sombra superior y del cierre y la apertura en el mismo nivel de precio. Y es que esa larga mecha superior viene a ser algo así como un reguero de posiciones compradoras abiertas durante la sesión y que al cierre se han convertido en posiciones perdedoras, o lo que es lo mismo, un reguero de alcistas muertos por el camino de la sesión.
Sus implicaciones bajistas para la cotización necesitan de confirmación en sesiones sucesivas, pero considerando el lugar en el que se ha producido (inmediaciones del techo del canal azul de nuestro gráfico) conviene no perder de vista al valor. Este título ya ha demostrado estos últimos meses su capacidad para recorrer el camino que va de suelo a techo en el seno del canal con bastante decisión.
Aunque el gran soporte horizontal cotiza en los 8,95 euros, una pérdida en cierres de los 9,75 euros ya supondría un considerable empeoramiento del aspecto técnico y motivo más que suficiente para el cierre de posiciones compradoras que vengan desde abajo.