La gráfica de corto plazo de Telefónica, el tercer mosquetero de nuestro mercado, guarda una gran similitud con las de Santander y BBVA que hemos visto estos últimos días. La mano que guía los designios de la bolsa española está empeñada en escribir idéntico guión en sus principales actores.
Lamentablemente, esa mano que conduce a las cotizaciones nacionales anda igualmente empecinada en conseguir que el sentido de los precios sea el de las caídas.
Tal y como ha ocurrido con los dos grandes bancos, también en el caso de Telefónica se ha dibujado una zona de consolidación posterior a las violentas caídas iniciadas a mediados de marzo y desarrolladas durante buena parte de abril. El canal lateral que describen las líneas naranjas en el gráfico adjunto se correspondería con esa zona de descanso.
Desde luego, hay que entender la consolidación como una falta de destino claro para los precios, con esas variaciones en zig-zag en el seno del canal, y no como un período de tranquilidad, pues esas fluctuaciones en una banda de un euro son un claro indicativo del nerviosismo imperante en el mercado.
Como decíamos respecto a Santander y BBVA, también aquí la opción más plausible desde el punto de vista chartista es la de ver cómo los precios acaban por romper ese canal lateral por la parte baja, dando lugar con ello a un nuevo tramo de caídas. Ese tramo de caídas tendría un objetivo teórico de bajada de un euro, lo que supondría ver a Telefónica en los alrededores de los 9,50 euros. Que se cumpla o no esa proyección teórica no es tan importante como el escenario de extrema debilidad que una rotura bajista de esa zona de consolidación nos presenta para el futuro inmediato.
Esta mañana, en riguroso tiempo real, lucha Telefónica por no perder esa línea naranja inferior. Habrá que estar muy atento al desarrollo final de la jornada.