El gráfico viene dibujando lo que parece una de las pautas más queridas por los operadores que basan sus decisiones en el análisis técnico: pull back al soporte roto a la baja. El pull back (o paso atrás) viene a ser una especie de reacción contra la tendencia que ha provocado la rotura de esos soportes, provocada por un lado por la extensión de la idea de que el valor se ha puesto barato (idea harto peligrosa, como ya sabemos) y por una cierta dejadez temporal por parte del bando bajista que controla al valor. La cuestión, como siempre, es determinar en qué punto debe entenderse que estamos ante un pull back, para así poder actuar en consecuencia. Y aquí existen básicamente dos posturas:
La de aquéllos que prefieren sacrificar unos puntos de rentabilidad en aras de una mayor seguridad (todo lo seguro que algo pueda ser en la bolsa) en la jugada y que, por tanto, opinan que el momento de abrir posiciones vendedoras (estamos en un caso de pull back en una tendencia bajista) es el del cruce a la baja de los mínimos que dieron lugar al paso atrás. Aplicado al caso que nos ocupa, Telefónica confirmaría el pull back y daría venta con la pérdida de los 17,15-17 euros.
Y después está la postura de aquéllos que se conforman con cualquier indicio de que el pull back ya ha ocurrido y que buscan exprimir al máximo su operativa, jugando con la cercanía del stop de protección que haga más atractiva la ecuación riesgo-rentabilidad. Para estos aguerridos chartistas, Telefónica podría haber dejado ya un techo en la zona 17,95-18 euros (lugar en el que colocar un stop algo filtrado) y con ello dado fin al pull back, estando ya en condiciones idóneas para la apertura de posiciones vendedoras.
Que cada cual valore el tema como mejor le parezca. Por supuesto, cabe una tercera opción: la de no operar en Telefónica, pero eso ya poco tiene que ver con el tema que nos ocupa.
