A pesar de que esa directriz alcista que marcamos con la línea azul inferior ha sido cruzada a la baja, difícilmente puede ello interpretarse como una señal de deterioro del aspecto técnico. Podríamos incluso pensar que ese canal verde, más lateral, es el que ha tomado el mando de la cotización, obviando esa rotura falsa por arriba de la alocada sesión del 9 de octubre.
Con un soporte de corto plazo bastante claro en los 18,35 euros y otro, el de verdad, en la zona de los 17,40 euros, no digo yo que sea una opción de compra, viendo como anda el mercado estas últimas sesiones, pero al menos no hay motivos para cerrar largos, que no es poco.
Ya mencionábamos no hace mucho la formación de diamante que se viene dibujando en el valor y que está aún lejos de ser confirmada. No es momento éste, en tiempo real, de tratar en profundidad sobre este tipo de formaciones y sus implicaciones. Lo ponemos en tareas pendientes, asumiendo el riesgo de que por ahí nos roben la idea.
