Pocas veces hemos logrado sintetizar en un título la esencia de un análisis como en esta ocasión. Lo poco, o lo mucho, que tenemos claro respecto a la apática Telefónica (que representa, no lo olvidemos, el 15 por ciento del Ibex 35) es que el precio tiene en la zona de los 9,75 euros (línea azul en la gráfica adjunta) un soporte fiable en el corto plazo, capaz de evitar estos últimos meses que la debilidad manifiesta que demuestra la serie haya pasado a convertirse en algo peor.
Una pérdida clara de esa zona de soporte podría tener nefastas consecuencias para la cotización, salpicando inevitablemente al Ibex 35.
Si al perro flaco todo se le vuelven pulgas, a los títulos especialmente débiles todo se le vuelven resistencias en el camino de la recuperación alcista. El día que Telefónica se decida a retomar la senda de las subidas, una cosa está clara: los alcistas tendrán ante sí una dura tarea. En el gráfico hemos marcado algunas: a la más inmediata, nacida esta misma mañana con ese hueco bajista de apertura generalizado, que cotiza en los 10 euros, cabría añadir las que habitan en la superación en cierres de los 10,50, los 10,85 y los 11,15-11,25 euros.
Y, por supuesto, algo más arriba estaría esperando esa directriz bajista de medio plazo que marcamos con una línea roja. Como ven, todo un rosario de resistencias que acechan a un precio que, a día de hoy, parece más preocupado por no perder los 9,75 euros que por encarar el camino de vuelta al alza.
En definitiva, en estos momentos Telefónica supone un lastre para el Ibex, del que poca colaboración puede esperarse a la hora de dejar atrás de una vez por todas la onda correctiva iniciada en septiembre. Si la cosa no cambia, tendrán que ser los grandes bancos e Inditex quienes tiren del carro.