Corría el mes de septiembre y los índices directores de la bolsa de Nueva York daban alegre continuidad a las subidas iniciadas al final de la primavera. Sin embargo, a mediados de ese mes, y después de dibujar hasta tres intentos fallidos de superar las resistencias que marcamos en rojo en las gráficas adjuntas, llegó la hora de retroceder.
Lo que entonces nos pareció una lógica y positiva corrección para encontrar fuerzas renovadas que empujaran de nuevo a las cotizaciones al alza, acabó por convertirse en algo más que un simple retroceso. De hecho, cuatro meses después sólo el S&P 500 ha conseguido muy recientemente superar levemente los máximos que dieron inicio a la onda correctiva.
La fuerte corrección protagonizada por Apple, auténtico motor del sector tecnológico bursátil, y las idas y venidas del tema del abismo fiscal se encargaron de que en estos momentos, y por primera vez en mucho tiempo, podamos afirmar que existe una notable disparidad en el desarrollo de la serie de precios a uno y otro lado del Atlántico en el corto plazo. Europa, incluido nuestro Ibex 35, va unos pasos por delante de Wall Street.
En puridad chartista, una corrección no finaliza hasta que la cotización no supera el nivel de precios marcado por los máximos que dieron lugar al inicio de la onda correctiva. Nosotros añadiríamos que esa superación debe ser lo suficientemente clara (no limitada a unas pocas sesiones y/o a unos pocos puntos) y que, tratándose además de la bolsa neoyorquina, no podremos dar por muertos a los bajistas hasta no ver al Nasdaq secundar el movimiento alcista protagonizado por los otros dos índices directores.
Es curioso esto de la bolsa. Apple, que durante mucho tiempo ha sido el principal artífice de la explosividad alcista del Nasdaq, se ha convertido estos últimos meses en un pesado lastre para el índice tecnológico. Si bien su ponderación en el índice ha sido reducida hasta poco más del diez por ciento, su devenir sigue siendo todo un referente para la generalidad de los valores tecnológicos.
En definitiva, técnicamente es innegable que el S&P 500 ha dado fin a su corrección, como lo es que el Dow Jones ha dejado para la semana entrante el desenlace final de su enfrentamiento con la resistencia que dio lugar al inicio de su pauta correctiva. Se apuntan maneras y los alcistas parecen empezar a retomar el control. Sólo nos faltaría la tercera pata del banco, que no es otra que el Nasdaq.
Seguiremos los acontecimientos.