Pertenece Zardoya Otis a esa clase de los llamados valores de mediana capitalización, a medio camino pues entre el chicharro puro y duro y los escasos blue chips del mercado nacional. Sin embargo, y si mis datos son correctos, su capitalización, superior a varios valores incluidos en el Ibex 35, y el hecho de que en más de una ocasión haya sonado en las quinielas para entrar a formar parte del selectivo de la bolsa española, lo acercan más al grupo de los grandes que al de los pequeños.
Pero no es esto lo que hoy hace que traigamos por aquí al valor. Con este artículo pretendemos dejar constancia del prometedor aspecto técnico que el título presenta, poniéndolo en el punto de mira de nuestros lectores de cara a la apertura de posiciones compradoras.
Un primer detalle es digno de destacar: su demostrada facultad para seguir un camino propio, ajeno a los vaivenes de los mercados en general, lo que siempre es de agradecer, sobre todo por aquéllos que mantienen aún serias dudas sobre la recuperación que se esboza en los índices directores de las bolsas mundiales. En la gráfica diaria de la izquierda puede apreciarse cómo, mientras los mercados iniciaban en la primavera de 2009 una espectacular recuperación alcista, Zardoya comenzaba su particular tramo a la baja, siguiendo el camino marcado por esa directriz bajista (línea roja). Independencia en estado puro, aunque sea para caer.
Los otros detalles que nos interesan son más técnicos y se basan en la creencia que mantenemos de haber visto confirmada una pauta de vuelta alcista en forma de hombro-cabeza-hombro invertido, tal y como señalamos en la serie. El precio ha venido marcando perfectamente los tiempos en esta recuperación iniciada en mayo. Primero rotura al alza de la directriz bajista y posterior pull back. Después superación de la línea clavicular de la formación que comentamos y también un retroceso a la misma.
En puridad, y para entender que este último paso atrás hacia la clavicular es efectivamente un retroceso antes de seguir subiendo, deberíamos ver en el futuro inmediato la superación del nivel de los 13,20 euros, punto en el que se iniciara dicho pull back. Esperar a ver cumplida esta premisa para comprar o tirarse al barro desde ya dependerá de cada uno. En ambos casos el stop que proponemos para traders cortoplacistas cotiza en la pérdida de los 12,50 euros en cierres, lo que nos da una inmejorable ecuación riesgo-rentabilidad. Para operadores de medio plazo, habrían de verse cierres por debajo de los 11,65 euros para entender que la estrategia compradora es errónea y vender aceptando las pérdidas.
Nos gusta el aspecto técnico del valor y nos gusta lo idóneo que parece el momento actual para entrar en el lado comprador. Incluso la gráfica intradiaria en velas de 120 minutos de la izquierda nos da más motivos para perseverar en las dos razones expuestas.
Veremos qué decide el mercado.