Un chicharro peligroso y bajista en el que todavía hay gente que se empeña en jugarse el dinero. Cada cual hace con su patrimonio lo que mejor le parece. Motivos para las compras no los hay, y tampoco se les espera.
Si alguien quiere jugar a comprar en el suelo del canal bajista en el que ahora anda metida Zeltia y vender en el techo, que la suerte le acompañe.